lunes, 22 de septiembre de 2014

Algo sobre música



El infierno está lleno de músicos aficionados.

Los músicos son terriblemente irrazonables. Siempre quieren que uno sea totalmente mudo en el preciso momento que uno desea ser completamente sordo.

Componer no es difícil, lo complicado es dejar caer bajo la mesa las notas superfluas.

En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco.

El arte de dirigir consiste en saber cuando hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta.