martes, 20 de mayo de 2008

A cuarenta años de Mayo' 68


Para mí, lo mejor de la herencia del 68 es la cultura de la sospecha, la actitud que consiste en poner siempre en cuestión cualquier enunciado que se nos ponga por delante y no dar nunca por definitivas las ideas recibidas; y el acento libertario, la autonomía del individuo frente a todas las promesas comunitaristas, culturales o religiosas.

Cuarenta años después estas dos actitudes se echan de menos a la hora de romper las nuevas formas de autoritarismo basadas en el triángulo que forman la seguridad como ideología, la competitividad como principio de vida y el sálvese quien pueda como destino.

Josep Ramoneda
Filósofo y escritor

Extractado del artículo “El año en que se rebelaron los jóvenes de todo el mundo”,
publicado en revista Ñ nº 242